ORLANDO LUIS PARDO LAZO: FORCEJEANDO CON EL CORSET
LOCUCIONES AL MARGEN DE LA FERIA


El pasado lunes 16 de febrero, en la explanada que da entrada a la XVIII Feria del Libro de La Habana, se presentó fuera de programa el libro Boring Home, del escritor cubano Orlando Luis Pardo Lazo. Según el escritor, este libro ya había sido editado y se encontraba listo para ser lanzado en la feria de 2009, por la Editorial Letras Cubanas, y fue retirado del plan editorial debido a que su autor pasó a finales del pasado año a la lista negra oficial.

Orlando Luis, escritor y fotógrafo, autor de cuatro libros de relatos publicados en editoriales de la isla, y ganador del Premio de Fotografía de la Revista Tablas 2008, se ha convertido en la oveja negra del campo literario de intramuros desde que comenzaron a publicarse sus columnas literarias acompañadas de fotos Lunes de Post-Revolución en el blog cubano realizado desde España, Fogonero Emergente (http://jorgealbertoaguiar.blogspot.com). El proceso que llevó a Orlando a ser condenado por la praxis de la política cultural del patio, tuvo su cúspide con el post del 15 de septiembre de 2008, titulado Lunes de Post-Revoluciclón. En esta columna el autor se narra vivenciando el apagón habanero, y esgrimiendo como alternativa al suicidio del escritor (menciona a Raúl Hernández Novás y a Ángel Escobar), la catarsis explosiva, que culmina en el post en eyaculación sobre la bandera nacional -o “exactamente, su sucedáneo retórico”, acota Pardo Lazo. Una de las fotos de esta entrega virtual, que fue censurada de manera explícita por el responsable del blog, el escritor Jorge Alberto Aguiar Díaz, jugaba al parecer con la imagen del onanismo y el símbolo patrio. “Del flujo de semen/sema en lugar del flujo de seso/sangre de los suicidas”, nos dice Orlando Luis, para quien la redacción periódica de estas columnas no era una crítica al régimen vigente en Cuba desde 1959, sino “un desmontaje de los iconos poéticos y políticos de la nación; la nación entendida como corset discursivo disciplinario”.

Entre las numerosas presiones que ha recibido el escritor a raíz de la publicación en Internet de estos textos, y además de retirarse su libro del plan editorial oficial y de prohibirse su publicación en las revistas nacionales, el escritor nos hace saber que ha recibido comentarios ofensivos y de amenaza física y judicial a sus posts, además de la aparición de artículos ignominiosos en la red por parte de funcionarios de la cultura. En los últimos días, luego de anunciar Orlando Luis Pardo Lazo una presentación independiente de su libro retirado por Letras Cubanas, y que tendría lugar a los pies de La Cabaña, sede oficial de la feria, el narrador ha recibido y recibe aún llamadas intimidatorias –muchas de ellas dirigidas a su madre-, mensajes electrónicos del mismo tono, y de nuevo la amenaza física a través de un funcionario de alto rango que se reuniera con Orlando sin previo aviso en una oficina cerrada de las instancias de la feria. A pesar de que la presentación tuvo lugar, con la presencia de varios escritores cubanos e incluso de algunos de los más comprometidos con las instituciones culturales oficiales, alguien nos señaló el hecho de que una Brigada de Respuesta Rápida esperaba por órdenes para actuar como cuerpo represivo sobre los asistentes. El libro Boring Home fue presentado por la bloguera Yoani Sánchez y Orlando Luis repartió algunos ejemplares en CD al público que lo rodeaba sobre el césped del camino a la fortaleza de San Carlos de La Cabaña. La prensa extranjera, a quien muchos atribuyen que no se empleara finalmente el gesto más radical contra los presentes, llevó sus cámaras y micrófonos a la cita.

A tres días de la presentación de Boring Home, Orlando Luis sigue experimentando el peso de la intolerancia a la libertad de expresión y a palabra escrita. Sentado a mi lado, teclea su post Eucaristía de Eduardo, que saldrá en pocos minutos en su blog, que toma el nombre de aquellas columnas periódicas que iniciaran el destierro y el acoso que sufre dentro de Cuba: Lunes de Post-Revolución. La costumbre de postear quedó, ahora más vinculada a un vacío de opciones editoriales, al menos en el país. La costumbre de temer por su integridad física, y de telefonear a su madre, su novia y sus amigos para que sepamos que está bien, por ahora también quedaron. Llama la atención que se repita la lectura obsesiva del poder (sea el Estado, la Mafia, sea una instancia religiosa quien la aplique) y las consecuencias de su miedo descomunal sobre el escritor. La literatura es leída otra vez como documento burocrático, y es tratada como tal: ha de rectificársele, por los medios que sean necesarios. Orlando, quien ve en sus columnas todavía la escritura “naif, la máscara barroca, aún no el puro cuerpo”, no está seguro de entender qué está pasando o de qué hablan cuándo leen el texto como testimonio, la foto como réplica. Reinaldo Arenas, Roberto Saviano, Salman Rushdie, probablemente tampoco lo entendieron.