Las noticias son escandalosas: 26 enfermos mentales del Hospital
Psiquiátrico muertos en tres días a causa de que las temperaturas
bajaran un poco en La Habana. El cómo pudo suceder está relacionado
con las políticas de dirección de esta institución de la salud. El
post de Claudia Cadelo al respecto muestra algo de esto (http://
octavocerco.blogspot.com/2010/01/la-locura.html). Insto a todos los
que tengan dudas a visitar Mazorra. "Cuentos de horror y
misterio...", exclama la bodeguera para ilustrar con una frase
popular su última visita al hospital. "Aquí es preferible estar
muerto que estar loco", dice alguien del barrio a manera de saludo y
sigue de largo. Silencio. Nos vemos, Gladys. "Nos vemos, niña",
contesta la bodeguera y se pierde rápidamente en el trasfondo de las
instalaciones. Yo avanzo hacia la puerta ya visible de mi casa,
apretando la bolsa con el pan reglamentario dentro de ella.

Una frase flota en mi mente: "Se puede perder todo, menos la
cabeza..." Esto lo dijo un amiga de mi madre, en uno de sus estadios
de lucidez, a manera de consejo, cuando yo era apenas una
adolescente. Murió en el hospital psiquiátrico, de una enfermedad
pulmonar, dos años más tarde. "¿Sabes cómo bañan a los enfermos en
Mazorra?", recuerdo que le comentó aquella vez al enterarse de la
muerte de su amigo mi abuela a mi madre, "Los desvisten y los sacan
al patio, allí les apilan y les arrojan agua con una manguera."
Aquella imagen me divirtió por entonces. Hoy me aterroriza.