Reading the Granma, the official newspaper, wh...
Reading the Granma, the official newspaper. Havana (La Habana), Cuba (Photo credit: Wikipedia)
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Reading the newspaper: Brookgreen Gardens in Pawleys Island, South Carolina, United States. (Photo credit: Wikipedia)

Un comentario al siguiente párrafo de Frank Padrón en la polémica más reciente del blog de Juan Antonio García Borrero sobre cine:

Amén de otros inconvenientes (la saturación ciberespacial con tantas opciones), ¿no te parece que el anciano periódico, el semanario o la revista tienen más posibilidades de “llegar” (además de ”quedarse” impreso, como Dios manda)? Si no se consigue- pues no hay que ignorar que eso forma parte de otro no menos grave problema- siempre habrá un amigo o conocido que guarde el ejemplar o recorte el artículo para prestarlo o regalarlo, sin embargo, ¿qué posibilidades reales brindan -siempre en nuestro contexto- las redes digitales para ello? [Leer polémica aquí]

Los medios digitales llevan una vez más ventaja a la hora de "guardar" o compartir información con un amigo. Las posibilidades de reproducción y difusión de un archivo digital son múltiples y van en aumento: envío por correo electrónico para los amigos que no tienen Internet; almacenamiento en un dispositivo externo para entregar directamente a la computadora de otro amigo que no disfrute siquiera de la comunicación electrónica; impresión del archivo (probablemente gracias al favor de un tercer amigo) para entregarlo a quien siquiera tiene un computador. En Cuba la fuerza de las redes sociales no descansa aún tanto en las redes electrónicas como en el capital humano. En los últimos años la divulgación de archivos que de otra manera hubieran sido imposibles de conseguir por la vía de los medios tradicionales, y que fueron pasando de mano en mano, de memoria stick a memoria stick, es uno de los fenómenos que más habla de la potencia viral de los medios electrónicos. Cabría preguntarse cuánta información difundida por las vías electrónicas, sobre todo informales, ha alimentado al campo intelectual cubano que habita la isla, digamos, en el lapso de la última década. Frente a esto, cualitativa y cuantitativamente, ¿cuál ha sido la contribución de los medios tradicionales, otrora nuestra fuente principal, en el mismo período?

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